Cada 17 de Mayo se conmemora el día Internacional de la lucha contra la LGBTIFOBIA. Fue un 17 de mayo, en 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Tuvimos que esperar hasta el 2018 para que sucediera lo mismo con las transexualidades. Y no fue hasta el año pasado cuando en nuestro país, con la Ley 4/2023 de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGBTI, se reconoció el derecho a la autodeterminación de género.
Celebramos y reivindicamos el 17 de mayo porque aún hoy, Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans y personas intersexuales, continúan enfrentando discriminaciones sistemáticas en todos los aḿbitos de sus vidas. Pese a que en nuestro país y nuestra autonomía contamos con legislación que garantiza en mayor medida los derechos de las personas LGBT, estas continúan vivenciando discriminaciones y restricciones a la propia libertad de ser, amar y expresarse y continúan vivenciando un incremento de los discursos de odio hacia sus vidas.
No podemos olvidar que, en 2024, en más de 70 países, actos como el de hoy están prohibidos, porque ser y amar en otras partes del mundo continúa siendo ilegal, con legislaciones que restringen y atentan contra los derechos humanos, llegando a penalizar con condenas de prisión e incluso penas de muerte.
Desde Fundación Triángulo de Extremadura y el IES de Castuera, como miembro de la Red de Centros por la Diversidad LGBTI, reivindicamos la completa erradicación de todo tipo de humillaciones, agresiones, delitos de odio y abusos que se producen sobre la población LGBTI.
Exigimos calidad de vida para las personas lesbianas, gais, trans e intersexuales a través de medidas que garanticen la protección en los centros educativos, en las calles, en sus domicilios, etc. Tenemos que lograr, y nos comprometemos a ello, que los centros educativos sean espacios seguros para todas las personas. Donde toda la comunidad educativa se sienta acogida y protegida. Donde el personal docente y no docente del centro, donde el alumnado y también las familias, se sientan incluidos, se sientan parte de la comunidad.
Tenemos que lograr que ningún compañero o compañera tenga miedo de asistir al instituto o cambie de centro por miedo o inseguridad. Y es que todas las personas deben ser protegidas y respetadas por el global de la sociedad, no solo por su orientación sexual, identidad o expresión de género, sino de su religión o nacionalidad, raza o cualquier otro pretexto utilizado indevidamente para incitar a la discriminación, el odio o la violencia.
Tenemos presente que los años 2022 y 2023 han sido los años más violentos para las personas LGBTI de la última década y organizaciones internacionales de derechos humanos señalan el aumento de los discursos de odio como causa. Esa estrategia enraizada de "son cosa de niños" que escuchamos para justificar los primeros machorra, maricón, nenaza o bollera en los patios del colegio. Ese "no provoques, piénsatelo, estás confundido" cuando creemos y empezamos a tener la necesidad de expresarnos "quieren adoctrinar a nuestros hijos, están enfermos, es pecado,.." es la muestra de una lgbtifobia social e interiozada que veta la libertad de ser de las personas LGBT dutrante toda su vida. Debemos aprender, debemos escuchar, debemos respetar y debemos garantizar que todas la personas tengan la libertad de ser y amar.Nuestro centro se muestra, nuestro centro reivindica y se compromete a mejorar para que la LGBTifobia no tenga cabida dentro de las aulas y contribuir así a la creación de espacios seguros y libres. Desde el IES de Castuera gritamos alto y claro que, "NO CUENTES CON NUESTRO SILENCIO" cuando se atenta contra las libertades y los derechos humanos de las personas.

